enero 25, 2006

A caballo delirante se le mira bien durante su campaña: Lo que dice y promete Alan García para salir presidente.

Es una mentira que Alan García ha cambiado y que ahora no volvería a hacer lo que hizo en su anterior gobierno. Es una mentira porque simplemente no reconoce que destruyó al país. La pólitica es para él su hipódromo y en éste corre desbocadamente por conseguir votos. A los que tenemos el oído conectado al cerebro, los electores "no vrutos", no tenemos más opción que escuchar sus relinchos electorales. A continuación uno de tantos ejemplos.

Alan García estuvo en Villa El Salvador y les dijo a un grupo de mototaxistas que eran lo máximo, lo ya no ya. Sólo le falto intercambiar besos por votos. CPN (1), Noticias El Sol (2) y Canal N registraron el hecho. Que los mototaxistas sean lo mejor, lo peor o algo intermedio, no es lo importante. Son un sector de la población que como todos, se buscan la vida a través de un trabajo. Aunque en su gran mayoría no dejan de formar parte de la informalidad y ocasionar algunos problemas. Lo que sí importa es lo que Alan dice y que resulta siendo su forma de pensar y (por tanto) su forma de hacer campaña.

Dijo que si pudiera, adoptaría la figura de un mototaxi como símbolo del Apra, en lugar de la estrella. Tan bajo está en las encuestas (felizmente) que se deja arrastrar por la sobonería. Aunque en la política nacional eso no es raro. Así se pueblan las listas congresales, así se llenan los ministerios: con el carnet del partido. Yo espero que cuando vaya a los mercados y converse con los verduleros, les diga que el aprismo se merece como símbolo aquello que vale: un pepino.

Pero eso que dijo no fue lo único. También anunció que de ganar la presidencia eliminaría la obligación de los mototaxistas (que me imagino casi todos no cumplen) de contar con el Seguro Obligatorio para Accidentes de Tránsito (SOAT), bajo el falaz argumento que resulta muy costoso para ellos. En otras palabras, Alan piensa que una idea de orden, formalidad y seguridad, si significa algún tipo de costo para la población, de plano hay que desecharlo. Entonces, sin seguro para accidentes ¿quien cubriría los gastos médicos de aquella señora que no podía pensar que el mototaxi al que se subió se iba volcar o estrellar en la cuadra siguiente? ¿O los gastos de aquel niño que jugaba su pelota en la pista y de repente le pasó encima uno de estos vehículos? Tanto la señora como el niño resultan siendo pobladores de ese sector económico que García dice defender. El mismo análisis se puede aplicar para cualquier otro vehículo y el mismo discurso seguirá siendo pronunciando por Alan. Yo me animaría a pensar que defendería su discursete señalando que el SOAT no es necesario si los hospitales diesen atención gratuita y completa. Crearía entonces más hospitales, más gasto (¿financiado de dónde?) , más burocracia, más años 85-90.

(1) Link alternativo: foto de la pagina web
(2) Link alternativo: foto de la pagina web

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