julio 28, 2006

¿ISO 9000 para la actividad periodística? A propósito de Mercedes Cabanillas en el Congreso.

Que no se molesten mis amigos periodistas y tampoco mis no amigos periodistas.

Este tema empieza con lo que dijo Mercedes Cabanillas ayer como nueva presidente del Congreso:

(Según Perú21) "El gran reto que tenemos que afrontar en estos cinco años es convencer (a la población) no de que somos menos malos, sino de que podemos ser mejores", añadió y, en esa tarea, pidió el apoyo de los propietarios de los medios de comunicación, a quienes invocó a "que acrediten ante el Congreso a sus cronistas más calificados" con el fin de no caer en la "tentación de nefastas generalizaciones. (.) No pedimos ocultar nuestros errores, pero sí el esfuerzo de rescatar lo positivo que siempre hay en toda institución", concluyó.

El mismo día por la noche, Cecilia Valenzuela entrevista a Cabanillas y preocupada le pregunta sobre el tema. (Ver video).



Me gustó la controlada exaltación de Ceci. Todo profesional en cualquier área se preocupa cuando "gente ajena" al gremio pretenden ingresar en la rama, sea compitiendo al mismo nivel (porque le resta clientes) o interviniendo con alguna clase de regulación, como puede ser un código de conducta o una ley de radio y televisión.

Una visión del tema, creo q simplificadora, atacará a Cabanillas por el flanco de la libertad de expresión. Provendrá especialmente del gremio afectado. Con algo de razón alegará que estaría surgiendo el germen del control mediático. Se apoyará en Fujimori, en Montesinos, en Orwell, en China, en la CIA, etc. Esta postura garantiza la existencia y permanencia de cosas como Magaly Medina, Ajá o incluso los peores posts de El Bulldog Risueño.

La otra visión no se refiere a algo tan complicado como la libertad de expresión y su desarrollo teórico, aunque sin proponérselo busca limitarla, usualmente con el argumento de la calidad. Proviene de los sujetos noticiados o lo que es lo mismo los objetos "noticiosos", los congresistas por ejemplo. Proviene también del lado de los receptores del mensaje. A estos últimos yo les llamaría simplemente consumidores. En esta última visión es donde está la oferta y demanda del "gran problema".

Cuando Cabanillas dice que también "hay que rescatar lo positivo" lo que está diciendo es que hay una gama amplia de insumos para ofertar noticias, insumos de contenido negativo e insumos de contenido positivo. Asumamos que los medios utilizan preferentemente los de contenido negativo. Bajo ese supuesto no sé si está mal Meche o los que ejercen periodismo, porque si los segundos prefieren lo negativo, la culpa es de quienes producen la materia prima de los escándalos, fraudes y desastres políticos o económicos. Como yo soy un acérrimo defensor de la autoregulación y de la responsabilidad así como opuesto al intervencionismo estatal, diría que se olviden de límites irracionales a la libertad de expresión, que vengan Magaly, Ajá, nuestros blogs, etc, y que los ampayados, acusados o denunciados no culpen a los demás de sus propias miserias.

Que vengan Magaly, Ajá, nuestros blogs, etc. Vienen porque pueden, si no vienen es porque no pueden. La barrera la imponen los consumidores y/o la existencia de alternativas. Los consumidores que piden calidad no son la mayoría. La mayoría consume noticia de muy bajo precio. Ese es el público objetivo. Esta situación no es per se ni mala ni buena, es y punto. La minoría en cambio difícilmente adquiere servicios de información no especializados o consume varios medios, contrasta, sopesa, valora y se forma un juicio. Van a decir entonces que como siempre es la mayoría la perjudicada. La respuesta es sí y la propuesta es acaben con el problema enseñando a leer primero a los profesores y luego a los estudiantes de los colegios estatales. Los estudiantes de colegios particulares ya tienen esa oportunidad, tema aparte es si la aprovechan. Las capacidades de razonar y abstraer también son buenas, por eso también son excelentes el álgebra y la geometría. Una mejor calidad de los receptores del mensaje obligará a los emisores a replantear su estrategia de mercado.

Finalmente y para volver sobre Meche, le voy a dar la razón cuando dice en la entrevista con Ceci que quisiera personas que sepan "interpretar y cuestionar con argumentos lo que se hace en el congreso". No se está refiriendo a los escándalos, denuncias y actos de corrupción, sino a otra cosa: la que se comenta en las escasas columnas especializadas, las que muy poca gente comprende y que tienen por objeto comentar algo de mayor importancia en el desarrollo del país: las leyes que aprueba el Congreso. Dudo que se pueda noticiar u formar opinión sobre las bondades o fatalidades jurídicas y económicas (las dos principales aristas) de una ley, si se confunde el Código Procesal Penal con el Código Penal o se habla de legítima defensa en el Código Civil (está en el Código Penal) o si no están incluídos algún curso de macroeconomía o de microeconomía en las currículas de algunas de nuestras facultades de comunicación: PUCP, ULima, USMP. Pero bueno, si el debate en el congreso no se comenta adecuadamente o no tiene difusión alguna como lo quiere Meche, eso no amerita aprobar una ley que imponga standares de calidad a la información, sino que debe enseñársele al consumidor lo vital que es para su status de ciudadano el que deba preferir esos temas y no exclusivamente informes policiales.

Iba hablar del ISO 9000, pero cambié de opinión a ultimo momento. Si se lo autoimpone el gremio de periodistas del Perú o nuestro sistema educativo, en buena hora.

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